El Ónix es considerada una piedra protectora, es decir, es capaz de absorber las energías negativas y convertirlas en positivas, fomentando la vitalidad del ser humano.
La azurita se asocia con la intuición y la claridad mental, creando una pulsera que no solo adorna tu muñeca, sino que también eleva tu conexión con la energía espiritual.